La Gruta de Acaiá, un fenómeno de luz y color 8 metros bajo el nivel del mar
La Gruta de Acaiá esconde en su interior un espectáculo maravilloso. Aproximadamente a 8 metros bajo el nivel del mar, el agua entra a través de una grieta a una cueva subterránea, cuyo fondo refleja la luz del sol como un calidoscopio dando lugar al fenómeno de fluorescencia. En la oscuridad total de la caverna se aprecia un resplandor color verde o turquesa con puntos brillantes que parecen diamantes.
La gruta posee cerca de 30 metros de ancho y una altura promedio de apenas 1 metro. El acceso es por tierra y se ingresa por una escalera en un pasaje estrecho de unos 10 metros. En un tramo tendrá que arrastrarse por el suelo.
Nota relacionada: Trilhas y aventura en Ilha Grande
La forma da la gruta puede ser comparada con una botella cuyo fondo está ligado al mar y el pico es la abertura encima de la cueva. Cuando el mar está agitado, dentro de la caverna el agua sube y baja provocando un movimiento interno de aire. El sonido es similar al de una respiración completa, con aspiración y exhalación. La intensidad de la corriente de aire que entra y sale llega a mover las hojas de las plantas junto a la entrada.
El lugar realmente se llama Sambaquí y en 2013 un grupo de encontraron restos de osamenta humana que data de más de 300 años atrás.